martes, 31 de agosto de 2010

DESEMPEÑO POLICIAL, VIOLENCIA Y SEGURIDAD CIUDADANA.

El 28 de junio de 2005, hacia las 11 de la noche, en la entrada del sector Kennedy, parroquia Macarao del municipio Libertador, en Caracas, tres estudiantes de la Universidad Santa María que llevaban a sus residencias a unas amigas fueron interceptados y baleados a muerte por una comisión integrada por funcionarios de Inteligencia Militar (DIM), la policía judicial y la policía municipal, resultando heridas sus tres compañeras (El Nacional, 29-6-2005). Se trató de “una confusión” de identidad, pues al parecer los funcionarios policiales realizaban un operativo para capturar (y, probablemente, ejecutar) a un sospechoso de haber dado muerte a un funcionario de la Inteligencia Militar, lo que generó disparos sobre el automóvil en el cual viajaban los jóvenes y una ejecución posterior de sobrevivientes, incluyendo el intento de retirar a una de las heridas del hospital donde se hallaba (El Nacional, 9-7-2005).

Este episodio, que no es aislado y que ha alcanzado niveles de escándalo debido a la condición de las víctimas, que siendo estudiantes universitarios tienen poder de reclamo social, ilustra la grave situación por la cual atraviesa la seguridad ciudadana en Venezuela. Entre octubre de 2003 y septiembre de 2004, las ejecuciones policiales (acto de disparar intencionalmente contra alguien procurando su muerte) representaron 87% de los casos de muerte en encuentros de ciudadanos con la policía. Aunque las policías de los estados mantienen la mayor cuota de participación en estos encuentros mortales (52%), debido fundamentalmente a su dispersión por todo el territorio nacional y a su perfil de vigilancia ostensiva, la Fuerza Armada representa 9% de las ocurrencias, la policía judicial incrementó en un año su participación de 8% a 14% y las operaciones conjuntas con estos resultados se elevaron de 4% a 12,5% del total, mientras la participación de las policías municipales descendió de 23% a 11,7% (Provea, 2002-2003, 560; Provea, 2003-2004, 594). Para el período 2005-2006, la Fuerza Armada incrementó su participación a 18%, la policía judicial la redujo a 11,8%, mientras las policías estadales representaron 42,3% y las policías municipales 20,7 % de las víctimas mortales de la acción de los cuerpos de seguridad, contribuyendo las operaciones conjuntas con 5,3% de dichas ocurrencias fatales (Provea, 2005-2006, 355). Los datos indican que la expansión de la presencia y las alianzas entre cuerpos policiales no resultan necesariamente provechosas ni efectivas en cuanto al control de la violencia, cuya reducción es un aspecto fundamental a ser considerado dentro de las políticas de seguridad ciudadana.

La categoría de resistencia a la autoridad, que designa ahora, en la estadística oficial, a las muertes ocurridas en enfrentamientos con la policía, pretende disminuir el impacto que genera la creciente tasa de homicidios. Para 2005, las muertes clasificadas bajo este rubro representaron casi 14% de todos los homicidios registrados en el país, y si se suman a dicha categoría, la tasa por cada cien mil habitantes se eleva en cinco puntos porcentuales (Provea, 2005-2006, 337, 340). Esto constituye una forma de ocultar o disimular información que nada contribuye a la planificación y racionalización de la política social.

Dentro de este contexto general, políticas orientadas por una visión fundamentalmente disuasiva, ostensiva y agresiva por parte de la policía, cualquiera sea su adscripción funcional, tenderán a agravar los índices de violencia sin contribuir al incremento de la seguridad de la población.

A pesar de este entorno negativo, de alta conflictividad, el binomio policía-ciudadano sigue estando en la agenda de la discusión de las políticas de seguridad ciudadana en cualquier país y sociedad. En los países latinoamericanos vivimos en permanente tensión entre lo que permitimos y prohibimos a la policía, aunque cerramos los ojos a lo que se permite y prohíbe la policía misma. Este no es un tema que tenga que ver sólo, ni incluso preferentemente, con normas jurídicas, sino con pautas culturales y organizacionales, legitimidad acordada al sistema de control formal y mecanismos benignos y malignos de control informal. Necesitamos mucha más investigación sobre estos aspectos, si queremos comprender mejor la construcción de la seguridad, la definición de la ciudadanía y el desempeño de la policía en nuestras sociedades, con el fin de incrementar la corresponsabilidad y apuntar hacia la reducción de la violencia. En este sentido urge convocar a un gran programa de investigación-acción, concentrado fundamentalmente en áreas geográficas reducidas, que permita la recopilación y procesamiento de datos sobre desempeño policial, iniciativas sociales y comunitarias para incrementar la seguridad y efectos apreciables sobre la incidencia delictiva, de modo que la adopción de políticas y planes cuente con la racionalidad, transparencia y participación ciudadana necesarias para generar confianza y sustentabilidad.

martes, 24 de agosto de 2010

SOLUCIONES A LA INSEGURIDAD...

Hasta cuando la inseguridad, cada día existen en el territorio nacional, más homicidios, robos, hurtos, estafas, secuestros, violaciones, lesionados y pare usted de mencionar transgresiones. Ciertamente, no se dispone en materia de seguridad de medidas eficaces, que garanticen validez. Todo ha fracasado. Mientras los cuerpos de seguridad lucen corruptos, el ciudadano está confundido, desamparado, sin duda, el hampa aumenta su capacidad, organización, tecnología y equipamiento. Los cuerpos de seguridad están penetrados por los malhechores. Por eso, la pelea es de la sociedad trabajadora contra la delictiva, está ganando la segunda, a un costo elevadísimo para todos. Principios básicos, concretos, precisos y esenciales a seguir: A) Policía Preventiva (Patrullaje Policial). B) Rescatar los módulos policiales. C) Labores de inteligencia. D) Detectar las bandas en sus propias guaridas. E) Control de venta de armas de fuego y desarme. F) Control del Comercio Informal. G) Plan de Profilaxia Social. H) Central Única de llamadas de emergencia que distribuya las llamadas a los diferentes organismos policiales. I) Control de compra y venta ilegal de oro, joyas y prendas. J) Control de las Chiveras y ventas de repuestos y partes de vehículos. K) Plan de Coordinación Policial. L) Control de automóviles y motos sin placas y sin luces. M) Policía Escolar. Se debe concretar una política de seguridad y definir un Plan Integral de Seguridad Pública, adecuada al caso concreto Venezuela, se trata de un problema complejo de múltiples causas que requiere, igualmente, de un tratamiento liado de combinadas acciones de muy diversa índole. La Sociedad en General, El Estado, Los Gobernadores, Los Alcaldes, La Iglesia, Los Comunicadores Sociales, Los Medios de Comunicación, y hasta los ciudadanos singulares, debemos aportar y ayudar a la solución global de este agudo problema nacional. Entre muchas de las soluciones concretas al problema de la inseguridad y el auge delictivo tendríamos las siguientes acciones: AREA INSTITUCIONAL:1) Ley de Carrera Policial.2) Dignificar la carrera policial. 3) Fortalecer el sistema de seguridad social del policía.4) Modernizar, equipar, reorganizar y enlazar las policías y sus sistemas. 5) Reforma del Código Penal y del Código Orgánico Procesal Penal.6) Reestructurar el Sistema Judicial. 7) Fortalecer la jurisdicción de Paz.8) Crear nuevos centros penitenciarios, con criterios modernos en materia de penología o criminología.9) Capacitación del personal penitenciario.10) Programas de trabajo penitenciario.11) Participación del Ejecutivo Nacional en la Política Integral de Seguridad. AREA SOCIAL: 1) Profundizar los servicios de protección a la familia, y en especial a los menores y ancianos, protección de la salud, prevención y asistencia a quienes carezcan de esta. 2) Incrementar y difundir programas de orientación a los jóvenes sobre sexualidad humana, paternidad responsable y preparación prematrimonial.3) Aplicar, implementar y fortalecer los programas de asistencia materno-infantil y las moradas de cuidado .4) Desarrollar programas especiales para los menores en situación de abandono.5) Establecer programas de lucha frontal contra la paternidad irresponsable.6) Cumplimiento y aplicación de las leyes para asegurar los derechos del niño, los adolescentes y los ancianos.7) Sensibilizar a la sociedad en una cultura de la familia, el menor y el anciano. 8) Mejorar las condiciones de las ciudades intermedias para evitar el proceso migratorio hacia las ciudades mayores.9) Promover programas de urbanismo y autoconstrucción. 10) Financiamiento especial para urbanismo popular.11) Implementar programas de viviendas subsidiadas ligadas a desarrollos de alta rentabilidad.12) Establecer programas de recuperación de tierras irregularmente urbanizadas. 13) Constituir fondo de ahorros para la construcción de viviendas populares. 14) Formular una auténtica política nacional de vivienda. 15) Promover programas de educación antidrogas. 16) Promover voluntarios juveniles en alternativa antidrogas.17) Multiplicar los centros especializados para el tratamiento, prevención y atención de los consumidores de sustancias psicotrópicas y estupefacientes. 18) Especializar un cuerpo policial única y exclusivamente en la lucha contra el narcotráfico.19) Fortalecer la Unidad Nacional Antidrogas (UNA), y de todas aquellas organizaciones públicas y privadas que trabajen en el área. 20) Realizar una efectiva y sostenida política nacional de desarme. 21) Aplicar una política de seguridad, orden público en todo el territorio nacional y establecer una política exterior y de fronteras. AREA EDUCATIVA: 1) Concentrar los recursos educacionales del Estado en los niveles de preescolar, educación básica, bachillerato, técnica y universitaria. Educación obligatoria y gratuita hasta la universidad.2) Adecuar los contenidos educativos a las necesidades y propósitos reales de la población.3) Involucrar a los padres y representantes en el proceso educativo.4) Construir y equipar nuevas escuelas con tecnología de punta.5) Fortalecer los programas de apoyo social y capacitación docente. 6) Difundir las escuelas para padres. 7) Promover programas de orientación familiar. 8) Impulsar la educación para la convivencia. 9) Fomentar programas de utilización del tiempo libre. Aplicación y fomento de la actividad deportiva desde la infancia hasta el deporte de alta competencia.10) Desarrollar una política integral de educación para el trabajo. 11) Preparar un programa nacional de incorporación al trabajo en calidad de aprendices. 12) Promover una cultura al trabajo. 13) Establecer un pacto social con los medios de comunicación. 14) Establecer una política con los medios de comunicación. 15) Apoyar la formación de los comunicadores sociales. AREA ECONÓMICA: 1) Fomentar, incrementar y crear más fuentes de trabajo. 2) Fomentar e incrementar la pequeña y mediana industria. 3) Declarar el tema de hábitat urbano prioridad social.4) Aumentar y continuar con los nuevos criterios de planificación y diseños urbanos en los sectores de escasos recursos, plan de vivienda social.5) Control de la inflación. 6) Promover el desarrollo económico con el aumento real de los ingresos del pueblo. 7) Establecer un verdadero control de cambio con las divisas extranjeras. Esta en manos de toda la Sociedad en General, El Poder Ejecutivo, Los Gobernadores y Los Alcaldes dar soluciones concretas y precisas como aporte a una política criminal. Y no olvidemos que la seguridad no admite fallas humanas, ni técnicas, toda vez que, ningún detalle es tan pequeño, que pueda ser ignorado y ninguna amenaza tan insignificante que pueda ser descartada.







jueves, 19 de agosto de 2010

INSEGURIDAD Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

La delincuencia es en general, "una de las formas más descollantes de la desviación social";  precisamente cuando esta conducta se aparta de las normas o de los intereses grupales. "En tales casos las desviaciones son de una moral proclamada por grupos concretos que poco pueden hacer contra las costumbres enraizadas en la conciencia colectiva y respaldadas por la estructura económica".

Sin embargo, es preciso entender una conducta delictiva, no arbitrariamente, sino relacionada a una estructura social determinada, y sobre todo a una cultura dada que se ve respaldada por un poder y unas normas. Sin embargo, el acto delictivo es una trasgresión, que desencadena en un crimen o un hecho ilícito.

Existen distinciones: entre el "delito utilitario", "delito reincidente" y los actos de vandalismo. Se entiende como delito utilitario, por ejemplo, al realizado por un obrero que ha sido despedido y que ataca a otro ciudadano impulsado por la necesidad.

Un hecho social incuestionable de los últimos tiempos en Venezuela (y por cierto en casi todos los países del mundo, especialmente en América Latina) es la escalada de violencia criminal que es presentada de manera sistemática por los medios de comunicación, en el discurso político y en buena parte de la opinión publica.

En los últimos tiempos nos hemos visto invadidos constantemente por informes sobre delincuencia, inseguridad, crimen, secuestros, etc. Sin embargo, no se han puesto en duda la veracidad de los esquemas enunciados por estos medios, es decir, es preciso "establecer si estas olas de violencia se corresponden con un aumento real del fenómeno o si resulta de una utilización de los hechos que apunta a legitimar un discurso justificable de móviles punitivos”, porque una vez asumido como incuestionable, este discurso propicia la configuración de una sociedad mas autoritaria y violenta; menos garantista. Es preciso señalar que la utilización de esta "violencia simbólica", no es nueva ya qua ha sido utilizada en otros periodos históricos recientes en nuestro país.

Por ejemplo, desde la reinstauración del régimen democrático en 1958, el tema de la inseguridad ya no se inscribe en el universo de la doctrina de Seguridad Interior y en la apelación al enemigo público, sino en el de la democracia, el orden y el control social para sostenerla.

La noción de seguridad ha sido contrapuesta al desorden social y a la utilización instrumental de las denominadas olas de violencia, con esta utilización se justificaron importantes procesos de privatizaciones, por ejemplo, con el robo, estafas y fraudes a: bancos, compañías telefónicas y de compañías de electricidad que acaparó, en su momento la atención de los medios, de manera llamativa fecundizó la privatización de estas importantes empresas.

Otro fenómeno, el asalto a colectivos, generó el consenso para la realización de operativos de control poblacional indiscriminados sobre grupos "potencialmente peligrosos y sospechosos". Jamás debemos olvidar, que la delicuencia es dinámica, y la policía es estática, en la actualidad, olvidando el principio básico de patrullaje policial y operativos de inteligenica. Además, la Seguridad no admite fallas humanas, ni técnicas, toda vez que, ningún detalle es tan pequeño que pueda ser ignorado y ninguna amenaza tan insignificante que pueda ser descartada. No dejemos pasa más tiempo, es un reto, de no ser así, los policías terminarán pareciéndose a los criminales y delicuentes. Por eso, la lucha es entre la sociedad trabajadora y la delictiva, está ganando la segunda, a un costo elevadísimo para todos.