jueves, 3 de junio de 2010

PODER. LIDERAZGO Y GERENCIA

¡Quieres perlas, zambúllete en el mar! La necesidad más fuerte del ser humano después de las necesidades fisiológicas (comer, beber, respirar, evacuar y sexo) es la de comunicarse. Existen diversas formas de comunicación, una de ellas es la comunicación verbal, y la dividiremos en: caricias verbales y agresiones verbales, comenzare con está última por ser, la más usada por las personas. Agresión verbal, es toda palabra o expresión verbal que siendo emitida por una persona, causa malestar, enojo o desagrado en la o las personas que la reciben. Si la persona es del estilo de agresor verbal (malhablado), quiero que se sepa que una de las razones para ello es que es un infeliz, pues (nadie puede dar lo que no tiene). Vive racionalizando y proyectando sus frustraciones en los demás, otra razón es que no conoce el poder y el efecto de la palabra. Caricias verbales, es toda expresión verbal que siendo emitida por una persona, cause agrado, buena impresión, haga sentir bien a la persona o personas que las reciben. Una vez que todas las personas en su día a día empiecen a usar caricias verbales entenderán el poder de la palabra y sabrán que el lenguaje no describe la realidad, el lenguaje crea la realidad. Recordando que las personas se enamoran por los oídos. Es así pues, por medio del lenguaje podremos mantener una comunicación mejor, pero a un nivel más profundo o de una manera diferente de la habitual. En la práctica, el lenguaje nos sirve de herramienta de usos múltiples, como un taladro eléctrico al que se pueden dar muchas aplicaciones. Pero debemos utilizarlo de manera apropiada y eficaz. Sin una aplicación prudente, no tenemos más que un súperjuguete, que además puede resultar peligroso. La comunicación efectiva, veraz y diligente es el instrumento primordial de un líder.
Podrá todo jefe ser un líder, si el mando y la conducción del personal a su cargo es una incorporación del método, o del medio de llegar al liderazgo. Puede considerarse simplemente un jefe, sin la gestión de los recursos humanos a su autoridad y mandato. Desde este punto de vista, cobra importancia la consideración de las diferencias entre líder y jefe. Un líder es aquel individuo que guía al grupo y toma sus decisiones de acuerdo a las opiniones de la mayoría. Un jefe es el individuo que sólo decide lo que quiere hacer y los demás tienen que acatarlo. Aunque esta premisa puede parecer simple, los seres humanos se encuentran hoy día, en participar y trabajar en equipo por el bien de la organización, toda vez, que un jefe debe ser líder para poder trabajar con su equipo. Sin embargo, el concepto engañoso que esto implica una contrariedad real y necesaria entre el poder natural, que podrá utilizarlo para castigar a aquellos seguidores que pretenden poner en riesgo el logro de los objetivos, ya que todo jefe podría ser un líder. El poder parece tan grande en algunos jefes que puede atraer la atención de la organización, quitándosela a los elementos humanos que manejen la dirección central de la organización, ejemplo: Director de Seguridad, Gerente de Recursos Humanos, Gerente de Informática, y Gerente de Finazas; sin embargo, la importancia de los jefes aumenta a mayor ritmo, y no menor, a medida que aumenta el poder delegado en ellos por su jefes máximos. Los argumentos humanistas de un jefe considerado líder, para castigar, puede que sea utilizado en contra de sus seguidores que pretenden poner en riesgo el logro de los objetivos del jefe. No obstante, al aplicar su poder natural como jefe, sin tener dialogo, moderación, integridad, valor, honor, respeto, humildad, responsabilidad se puede determinar que no es un líder, pues está actuando con una reacción, en la que ataca al grupo para conseguir sus fines y/o objetivos. Por los razonamientos expuestos, la capacidad de mantener diferentes puntos de vistas, de la realidad sin interferencia mutua es sólo una vía para adquirir la capacidad intelectual superior de los líderes que serán directores en las organizaciones, sino también un método fundamental de autodefensa contra la vulnerabilidad originada por la ignorancia, la ceguera y el perjuicio sentimental de los agresores verbales que son jefes y no líderes. El jefe dice: vaya, el líder dice vayamos. La autoridad estará en crisis cuando quien manda se contente con ser un administrador (jefe) sin convertirse en líder. Para el jefe la autoridad es un privilegio de mando, para el líder un privilegio. El jefe ordena: “Aquí mando yo”; el líder dice: “Aquí sirvo yo”. El jefe empuja al grupo y el líder va al frente, comprometiéndose con sus acciones. Las organizaciones lo que necesitan, es tener al frente son a servidores sinceros.

1 comentario:

Oswaldo Aiffil dijo...

Hola Mr. Palmer! Muy interesante tu blog. Welcome to the cyberspace. Al principio no viene mucha gente pero luego te vas dando a conocer. Step by step. Me gustó, sobre todo en materia de seguridad. La historia resumida en un post también está buenísima. Un abrazo!