miércoles, 9 de junio de 2010

MUJERES SOLITARIAS

A título ilustrativo, indicaremos los eventos que llevan a una mujer a enfrentar sola la formación de sus hijos. Las que han enviudado apenas tienen tiempo para vivir el duelo cuando ya se encuentran frente a la tarea de asumir además de sus responsabilidades de madre, el rol de padre. Las que a mitad de la vida matrimonial se separan, también sienten la obligación de dar rápidamente vuelta la página y volver a funcionar como familia. En el caso de las madres solteras, el dolor de no poder compartir cotidianamente las penas y alegrías del ser padres es igualmente intenso, pero se transforma luego en una carga con la que es preciso aprender a vivir. La ausencia del padre, existe una tendencia muy acentuada, a excepción de las mujeres que han enviudado, a que las madres traten de borrar al padre del contexto familiar. Hay pocas mujeres que logran separar sus problemas y arrebatos y, en general, traspasan a los niños los sentimientos de frustración derivados de la relación de pareja. Es normal que los niños se transformen en confidentes de la mamá y reciban todas las críticas que ella hace del padre. Como consecuencia, hay un alto porcentaje de niños que no tienen padres funcionando no sólo por la irresponsabilidad del propio padre, sino por los efectos de conciencia de la madre. Mamás solteras, durante la crianza, las mamás solteras se enfrentan entre el segundo y tercer año de vida de su hijo a la pregunta ¿y mi papá.Se señala que a pesar que siempre deben darse al niño respuestas consistentes, cuando el menor es pequeño, no conviene entrar en pormenores porque no está preparado para entenderlos. Lo sublime que quiere es tener un padre y tiene derecho a pensar que él existe. Si el padre conoce al niño y pretende participar de su educación, es recomendable que la madre lo permita, pero al mismo tiempo regule su presencia. Madres separadas cuando los padres se separan y el que se va de la casa se desentiende de los hijos, los niños viven la situación con un sufrimiento muy profundo, el que comparan incluso con la sensación de que su padre hubiera muerto y se sienten desconcertados frente a su repentina ausencia. Cuando es el caso de separación matrimonial, se exhorta que las madres se esfuercen al máximo para lograr que el padre siga presente en la vida de los hijos. Si después de la separación es el padre el que se olvida de los hijos, las mamás deben revelarles la situación a sus hijos. La madre nunca debe presionar al padre para que vea a sus hijos, porque si no quiere hacerlo, al niño no le va a hacer bien estar con él. No le va transmitir amor y la madre tiene la obligación de proteger a su hijo de eso. Mamás viudas, cuando la causa de la ausencia del padre es la muerte, es importante que los niños tengan cerca una figura paterna que lo reemplace. De esta manera sabe que además de llevar el recuerdo de su padre en su corazón, tiene a alguien cercano a quien recurrir cuando necesite hablar de hombre a hombre o jugar y aprender cosas que no podría hacer sólo con la ayuda de su madre. Se señala, que es muy importante el papel que juegan los abuelos, ya que si el niño tiene suerte de criarse con alguno de ellos, el dolor de no tener a su padre junto a él va a ser mucho más tolerante. Los niños creados con sus abuelos son niños muy seguros porque han sido desde su infancia tremendamente queridos y reforzados. Las madres que crían solas a sus hijos y los niños que crecen sin su padre, pueden, al igual que las familias normalmente constituidas, alcanzar la felicidad. Sin embargo esto requiere un trabajo de desarrollo personal conciente y constante por parte de las madres, las que deben estar permanentemente cuestionándose respecto a la educación de sus hijos.




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