jueves, 10 de junio de 2010

INCERTIDUMBRE, INSEGURIDAD, IMPERICIA, FALLAS E INOPIA EN EL SECTOR BANCARIO.

Con intensa inquietud observamos en el sector bancario (bancos), la ocupación de los funcionarios bancarios y vigilantes enunciarle a sus clientes internamente en las agencias: no hablen por celulares, no envíen mensajes por móviles, quítese la gorra, quítese los lentes y/o anteojos oscuros. Olvidando nuestra Carta Magna consagra el derecho a la información, la libertad de expresión y el derecho a que se respete la integridad física, psíquica y moral de la personas. Resulta claro, La Constitución De La República Bolivariana de Venezuela expresa en el artículo 46: “Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral; en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradante…”, y reza el artículo 57 ejusdem:”Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión y hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecer censura…”. Podemos afirmar el uso del celular en nuestros días es un instrumento y/o herramienta de trabajo, para exponer independientemente sus tendencias de viva voz o por escrito, y no manifestarle a los clientes, los vigilantes de la banca, que no hablen y que no envíen mensajes. En efecto, que al efectuarse el pago de un cheque en la respectiva taquilla del banco, al tomarle la foto al cliente a través de la cámara cheque persona, es evidente que la persona debe despojarse de la gorra y lentes si los tiene para fotografiar al presentante a los efectos a pagar, pero no antes mandar en el banco a los clientes a quitarse gorras, sombreros y lentes o gafas del sol, sería esto una deshonra, descrédito o menosprecio al usuario y se perturbe su tranquilidad. En la banca manifiestan que estas medidas son para proteger a los clientes, no sean robados al salir de las oficinas bancarias, mediante la información que le suministrarían quienes están dentro de las agencias a cómplices en el exterior de la misma, toda vez que la información podría ser suministrada por los mismos vigilantes y el mismo personal de la banca, si tal fuese así el caso, pero es evidente que ante estas medidas no ha disminuido el robo fuera de los bancos, hurtos, arrebatones, estafas y los motos banquitas, efectivamente, continúan los delitos contra la propiedad, a pesar de las medidas absurdas e inconstitucionales dentro de la banca. Dicho de otro modo, prolongarse esto, antes estas terquedades mal manejadas, pronto mandaran a solo llevar a la banca, los instrumentos cambiarios, depósitos y dinero. Dentro de este orden de ideas, continúan las cosas de esta forma, presentarían nuevas publicidades así: venga al banco X, a efectuar sus operaciones sin cartera, sin celular, sin gorra y/o sombrero, sin lentes de sol, sin ropa, por favor hasta cuando sus inhabilidades. Se les olvida que las oficinas bancarias disponen de sistemas de alarmas contra robos, hurtos y sabotajes, conformado por una central de alarmas, un discador automático, además de módulos, controles de cámaras, pulsadores, campana sonora y detectores. Estos sistemas emiten señales silentes hacia los cuerpos de seguridad del Estado. En vista de ello que superaría las terquedades, lo único, se encargan los vigilantes bancarios, es de manifestar a los clientes: no hablen por los celulares, no envíen mensajes por los móviles, quítese la gorra, quítese los lentes a los clientes de la banca dentro de sus oficinas. La verdad es que, el personal bancario y los vigilantes siempre son sorprendidos a la apertura y cierre de las oficinas cuando han robado las entidades bancarias. Y no olvidemos que la seguridad no admite fallas humanas, ni técnicas, toda vez que ningún detalle es tan pequeño que pueda ser ignorado y ninguna amenaza tan insignificante que pueda ser descartada.



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