jueves, 10 de junio de 2010

EL GAS Y SUS PELIGROS.

Los descuidos en el manejo de los tanques, las redes y las estufas de gas son causa de accidentes que ocasionan lesiones, muertes y daños a la propiedad. Para protegerse, siga algunas normas elementales de seguridad. Manejo de Cilindros: Si cambia de casa y necesita trasladar un cilindro, llame a la empresa de gas para que un técnico efectúe el trabajo. No reciba cilindros en malas condiciones, con daños o deteriorados. Revise que las válvulas tengan mariposa y cuello protector y que no presenten escapes o desniveles en su base. Instale los cilindros en áreas que cuenten con buena ventilación y lejos de materiales inflamables, desagües y lavaderos. Proteja los cilindros del sol. Si tiene tanques fijos, hágalos revisar por lo menos cada dos años. Los tanques fijos deben estar colocados sobre una base de cemento y en lugares secos, pues la humedad los deteriora. En el patio del gas no puede haber a la vez tanque fijo y tanque portátil. Si tiene perro, manténgalo alejado del patio del gas, pues su orina es muy oxidante y daña el cilindro. El acceso recuerde al lugar donde está el cilindro de gas debe ser libre, sin obstáculos. El patio de gas debe tener llave. En el patio de gas debe haber un letrero que indique “prohibido fumar”. No permita que sus niños tengan contacto con el gas ni dejen que jueguen con las instalaciones. No permita que niños ni personas sin experiencia manipulen los cilindros. No cambie el cilindro usted mismo, exija que lo haga un encargado de la empresa de gas o personal calificado. Evite que los cilindros se golpeen o se caigan. Al cerrarlos, no golpee las válvulas o conexiones. Siempre que deba transportar un cilindro llévelo verticalmente, con la mariposa hacia arriba. No pinte los cilindros las peladuras son índice de revisión de la empresa. Cuando note cualquier defecto en un cilindro de gas o perciba un escape, llame inmediatamente a la empresa que lo distribuye. Exija siempre un recibo de compra del gas; es su comprobante de garantía y de reclamos. Asegúrese de que los fogones queden bien apagados después de usar la estufa. No la deje encendida cuando no esté usándola. Revise los pilotos, recuerde que siempre deben estar encendidos. Gas Natural Por Tubería: El gas se extrae directamente de los depósitos del subsuelo, con petróleo o asociado con otros gases. Desde allí se transporta por ductos subterráneos a los hogares e industrias. Este gas no tiene color ni olor propio. Sin embargo, con el fin de que los usuarios detecten cualquier escape, se le oloriza con un producto que le da su olor característico. A diferencia del gas propano, que se distribuye en cilindros y es pesado, el gas natural es liviano o menos pesado que el aire; en caso de escape, se esfuma rápidamente por las ventanas o sitios de ventilación. No es tóxico ni contaminante, pues su combustión no produce residuos. Aunque es muy seguro no sobran las precauciones. Y no olviden, que la seguridad no admite fallas humanas, ni técnicas, toda vez, ningún detalle es tan pequeño que pueda ser ignorado y ninguna amenaza tan insignificante que pueda ser descartada.

Los descuidos en el manejo de los tanques, las redes y las estufas de gas son causa de accidentes que ocasionan lesiones, muertes y daños a la propiedad. Para protegerse, siga algunas normas elementales de seguridad. Manejo de Cilindros: Si cambia de casa y necesita trasladar un cilindro, llame a la empresa de gas para que un técnico efectúe el trabajo. No reciba cilindros en malas condiciones, con daños o deteriorados. Revise que las válvulas tengan mariposa y cuello protector y que no presenten escapes o desniveles en su base. Instale los cilindros en áreas que cuenten con buena ventilación y lejos de materiales inflamables, desagües y lavaderos. Proteja los cilindros del sol. Si tiene tanques fijos, hágalos revisar por lo menos cada dos años. Los tanques fijos deben estar colocados sobre una base de cemento y en lugares secos, pues la humedad los deteriora. En el patio del gas no puede haber a la vez tanque fijo y tanque portátil. Si tiene perro, manténgalo alejado del patio del gas, pues su orina es muy oxidante y daña el cilindro. El acceso recuerde al lugar donde está el cilindro de gas debe ser libre, sin obstáculos. El patio de gas debe tener llave. En el patio de gas debe haber un letrero que indique “prohibido fumar”. No permita que sus niños tengan contacto con el gas ni dejen que jueguen con las instalaciones. No permita que niños ni personas sin experiencia manipulen los cilindros. No cambie el cilindro usted mismo, exija que lo haga un encargado de la empresa de gas o personal calificado. Evite que los cilindros se golpeen o se caigan. Al cerrarlos, no golpee las válvulas o conexiones. Siempre que deba transportar un cilindro llévelo verticalmente, con la mariposa hacia arriba. No pinte los cilindros las peladuras son índice de revisión de la empresa. Cuando note cualquier defecto en un cilindro de gas o perciba un escape, llame inmediatamente a la empresa que lo distribuye. Exija siempre un recibo de compra del gas; es su comprobante de garantía y de reclamos. Asegúrese de que los fogones queden bien apagados después de usar la estufa. No la deje encendida cuando no esté usándola. Revise los pilotos, recuerde que siempre deben estar encendidos. Gas Natural Por Tubería: El gas se extrae directamente de los depósitos del subsuelo, con petróleo o asociado con otros gases. Desde allí se transporta por ductos subterráneos a los hogares e industrias. Este gas no tiene color ni olor propio. Sin embargo, con el fin de que los usuarios detecten cualquier escape, se le oloriza con un producto que le da su olor característico. A diferencia del gas propano, que se distribuye en cilindros y es pesado, el gas natural es liviano o menos pesado que el aire; en caso de escape, se esfuma rápidamente por las ventanas o sitios de ventilación. No es tóxico ni contaminante, pues su combustión no produce residuos. Aunque es muy seguro no sobran las precauciones. Y no olviden, que la seguridad no admite fallas humanas, ni técnicas, toda vez, ningún detalle es tan pequeño que pueda ser ignorado y ninguna amenaza tan insignificante que pueda ser descartada.

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